LA SOCIEDAD, EL MEDIO AMBIENTE Y LA NUEVA EMPRESA

La visión social de las empresas ha de ir más allá del mero cumplir el expediente de la Responsabilidad Social Empresarial, conocida como la RSE. La empresa sigue teniendo la obligación de ser responsable con la sociedad que la rodea, de la que salen sus equipos, sus clientes, en la que se enclava su logística… Ahora bien, su papel no puede limitarse a eso. Una empresa es un motor de cambio y una máquina de intervención social, por lo que, en cierto modo, ha de sentirse no solo responsable sino obligada y comprometida con la idea de ayudar a procurar un mundo mejor y más justo.

La forma más segura de dar ese paso es vinculándose a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que, por un lado, marcan todos los ámbitos en los que hemos de contribuir como sociedad colectivamente a hacer que las cosas vayan mejor: bienestar, salud, educación, agua, energía, trabajo, industria, igualdad, producción, consumo, clima, ecosistemas, justicia, etc.

En este marco de acción y compromiso, es esencial distinguir entre autenticidad y superficialidad. Aquí entra en juego el fenómeno del greenwashing, donde algunas empresas se presentan como ambientalmente sostenibles solo en apariencia, sin un respaldo de acciones reales. Este desafío nos insta a promover la transparencia y asegurar que las iniciativas verdes sean genuinas y efectivas. Al evitar el greenwashing, reforzamos el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y subrayamos la importancia de contribuciones reales hacia un futuro más justo y sostenible para todos.

Cada empresa ha de identificar, dentro de las distintas áreas de su cadena de valor: materias primas, proveedores, logística, operaciones, distribución… etc., qué impactos positivos puede lograr y qué impactos negativos puede minimizar. Con ello, no sólo estará integrándose dentro del esfuerzo global por mejorar las condiciones socioambientales, sino que tendrá la posibilidad de abrazar las oportunidades que surgen a partir de los nuevos paradigmas que impone la aplicación de los ODS.

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