Los ODS como punto de partida de la nueva empresa
Los ODS definen un nuevo tablero para la actividad empresarial. No se trata, en este caso, de un tablero provisional, que pronto se verá sustituido por el anterior o por otro distinto, sino que se trata de un sólido conjunto de orientaciones llamadas a convertirse en las nuevas reglas del juego. De hecho, las sucesivas crisis recientes motivadas por la pandemia y por la Guerra de Ucrania no han hecho sino redundar en la dirección ya innegociable que marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Como era de esperar, en el nuevo tablero y con las nuevas reglas surgen posibilidades nuevas, herramientas, acciones y actores nuevos, que habremos de explorar para convertirlos en oportunidades y para hacer crecer además nuestro entorno socioeconómico. La gran diferencia es que, más allá de lo que había sido hasta ahora la RSE, los ODS imponen un marco global de cuidado socioambiental, que integra la labor de las partes (personas, empresas, instituciones) hacia fines comunes más justos, más coherentes y más seguros, de cara al futuro. Los ODS abren por tanto un nuevo escenario, lleno de posibilidades. Quien no se dé cuenta de ello, perderá una notable ventaja competitiva.
De partida, la aplicación de los ODS va a suponer el uso más eficiente de los recursos y la adopción de herramientas y procesos más sostenibles y más seguros, a todos los niveles. Las empresas que se impliquen ya con los ODS – y es importante tener en cuenta que no hay otro camino, si hablamos de sociedades democráticas –, fortalecerán, al mismo tiempo, su compromiso con los clientes, equipos y stakeholders; por el contrario, las que no lo hagan, se hallarán cada vez más expuestas riesgos legales y de reputación. No sólo es injusto sino también falto de sentido de la realidad, pensar que una empresa puede crecer y tener éxito en una sociedad fracasada o en un medio que se hunde. El esfuerzo colectivo al que convocan los ODS nos llama la atención sobre la idea de que la actividad de la nueva empresa únicamente podrá entenderse en un marco de justicia y de sostenibilidad. En ese marco, cada uno de los ODS se dibujará como una oportunidad, que habla de energía, salud, educación, movilidad, alimentación, cambio climático… En ello, las empresas tienen mucho que decir.
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