El año 2020 comenzó con muchas dudas sobre la situación económica, con muchas incertidumbres para las empresas y el empleo en España. Pero la pandemia dejó en una anécdota los inicios del año, introduciéndonos en un entorno de reducción de la actividad económica desconocido hasta la fecha por su magnitud y velocidad con la que se produjo.
Este año complejo, angustioso en algunos casos, en lo económico y en lo profesional, por las situaciones que estamos viviendo con nuestros clientes, no parece que vaya a cambiar drásticamente en el año próximo. Las últimas previsiones del banco de España no dejan un panorama muy alentador para el empresario español. Se prevé déficit de liquidez en el 68% de empresas, casi 10 puntos porcentuales más que en un escenario sin pandemia; la mitad de las empresas presentarán pérdidas; los riesgos de solvencia arrojan un deterioro de la posición financiera del sector empresarial. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y, sobre todo, las pertenecientes a sectores más expuestos a la perturbación, como los servicios de hostelería, restauración, ocio y vehículos de motor, se verán «significativamente más afectadas». El propio Banco de España ha señalado que se podrían incrementar las empresas con modelos de negocio no viables.
Desafíos de 2021
¿Y como debemos plantear nuestra recuperación?
No debemos perder de vista que la situación actual puede llevarnos a una nueva recesión económica, así lo remarcan el 33% de las pymes, según un estudio de Wells Fargo / Gallup Small Business. Por lo tanto, es crítico plantearse ser muy flexibles para atender al comportamiento del mercado.
Hay puntos que no podemos perder de vista:
- Modelo de negocio – actual vs futuro
- Omnicanalidad – Atraer nuevos clientes y contar con la opinión de los clientes
- Digitalización – Eficiencia
- Gestión del flujo de caja -Liquidez
Debemos dedicar tiempo a revisar nuestro modelo de negocio, ver cómo está el mercado en el que estamos operando y nuestra propuesta de valor para ellos. No podemos perder de vista que la empresa que no tenga una visión de omnicanalidad del mercado tendrá mas dificultades para mantenerse.
Un estudio realizado por SAGE, entrevistando a pymes españolas, indica que casi la mitad pretende invertir en digitalización, adoptando medidas relacionadas con la adquisición de software, e-commerce y teletrabajo, entre otras.
Entre los retos que se plantea la pequeña y mediana empresa está la gestión del flujo de caja. Casi el setenta por ciento de los propietarios de pequeñas empresas, según un estudio de Intuit QuickBooks, apuntan que este asunto no les deja dormir por las noches. Lógico por otra parte, ya que es uno de los principales factores que pueden llevar al cierre de la compañía.
En qué puede ayudar Gestiona
Para el control de la evolución de la actividad es imprescindible tener la información adecuada, en el plazo preciso, y así poder realizar un análisis adecuado de la actividad. El control de gestión, estableciendo los indicadores críticos de la evolución de tu empresa, es una herramienta que toda empresa debe implantar para una toma de decisión óptima y rápida. La evolución de los ingresos, los márgenes que estás obteniendo por segmento de cliente o canal y el control financiero, en especial del flujo de caja, son puntos necesarios para poder actuar con la flexibilidad adecuada a la situación del mercado. La toma rápida de decisiones, en estos momentos, es un plus para mantener la actividad por encima de la media del sector. Todo este trabajo lo realizamos dando prioridad a la colaboración con el cliente, provocando la acción en las personas de nuestro equipo, y que nuestros clientes sean ágiles en la respuesta al cambio.
